La historia de la teoría de
conjuntos es bastante diferente comparada con la historia de la mayoría de las
otras áreas de las matemáticas. Para la mayoría de las áreas por lo general se
puede rastrear un largo proceso en el que las ideas evolucionan hasta alcanzar
un resplandor final de inspiración, a menudo por un número de matemáticos casi
simultáneamente, produciendo un descubrimiento de gran importancia.
La teoría de conjuntos sin
embargo, es bastante diferente. Su creación se debe a una sola persona, Georg
Cantor. Antes de adentrarnos en la historia principal del desarrollo de la
teoría de Cantor, primero examinamos algunas contribuciones preliminares.
La idea de infinito había sido
objeto de una profunda reflexión desde la época de los griegos. Zenón de Elea,
alrededor de 450 aC, con sus problemas en el infinito, hizo una importante
contribución. En la Edad Media, la discusión del infinito había dado lugar a la
comparación de conjuntos infinitos. Por ejemplo Alberto de Sajonia, en Questiones
subtilissime in libros de celo et mundi, demuestra que un haz de longitud
infinita tiene el mismo volumen que el 3-espacio. Él demuestra esto cortando el
haz en trozos imaginarios que luego se ensamblan en capas concéntricas
sucesivas que llenan el espacio.
Bolzano fue un filósofo y
matemático de pensamiento profundo. En 1847 él consideró a los conjuntos con la
siguiente definición:
una realización de la idea o
concepto que concebimos cuando consideramos la disposición de sus partes como
una cuestión de indiferencia.
Bolzano defendió el concepto de
conjunto infinito. En esa época muchos creían que no podían existir los
conjuntos infinitos. Bolzano dio ejemplos para demostrar que, a diferencia de
los conjuntos finitos, los elementos de un conjunto infinito podrían ponerse en
correspondencia uno a uno con elementos de uno de sus subconjuntos propios.
Esta idea eventualmente llegó a usarse en la definición de un conjunto finito.
Fue con el trabajo de Cantor no
obstante, que la teoría de conjuntos se estableció sobre una base matemática
adecuada. Los primeros trabajos de Cantor fueron en teoría de números y publicó
una serie de artículos sobre este tema entre 1867 y 1871. Estos, aunque de gran
calidad, no dan indicios de haber sido escritos por un hombre que estaba a punto
de cambiar el curso de las matemáticas.
Un acontecimiento de gran
importancia ocurrió en 1872 cuando Cantor hizo un viaje a Suiza. Cantor conoció
a Richard Dedekind y comenzó una amistad la cual creció con el paso de los
años. Se conservan numerosas cartas escritas entre los dos matemáticos en los
años 1873-1879 y aunque éstos discuten relativamente poco de matemáticas es
evidente que la forma de pensar de Dedekind, de manera profunda, lógica y
abstracta, fue de gran influencia en Cantor para el desarrollo sus ideas.
Cantor cambió la teoría de
números para escribir artículos acerca de series trigonométricas. Estos
documentos contienen ideas preliminares sobre la teoría de conjuntos de Cantor
y también resultados importantes sobre los números irracionales. Dedekind
estaba trabajando de forma independiente en los números irracionales y publicó
su libro Continuidad y números irracionales.
En 1874 Cantor publicó un
artículo en el Crelle's Journal (Journal
für die reine und angewandte Mathematik) el cual marca el nacimiento de
la teoría de conjuntos. Un segundo artículo fue presentado por Cantor en el
Crelle's Journal en 1878, pero la teoría de conjuntos ya se estaba convirtiendo
en centro de la controversia. Kronecker, quien estaba en la redacción de Crelle's
Journal, no estaba contento con las nuevas ideas revolucionarias contenidas
en el documento de Cantor. Cantor fue tentado a retirar el artículo, pero
Dedekind persuadió a Cantor de no retirar su artículo y Weierstrass apoyó
publicación. El artículo fue publicado pero Cantor nunca presentó ningún
trabajo adicional para el Crelle's Journal.
En su artículo de 1874 Cantor
considera al menos dos tipos diferentes de infinito. Anteriormente no existían
estos órdenes de infinito, todas las colecciones infinitas eran consideradas
'del mismo tamaño'. Sin embargo Cantor examina el conjunto de números reales
algebraicos, que se puede considerar como el conjunto de todas las raíces reales
de ecuaciones de la forma
anxn+an−1xn−1+an−2xn−2+⋯+a1x+a0=0,anxn+an−1xn−1+an−2xn−2+⋯+a1x+a0=0,
donde aiai es un número
entero. Cantor demuestra que los números reales algebraicos están en
correspondencia uno a uno con los números naturales de la siguiente manera.
Para una ecuación de la forma
anterior definamos su índice como
|an|+|an−1|+|an−2|+⋯+|a1|+|a0|+n.|an|+|an−1|+|an−2|+⋯+|a1|+|a0|+n.
Sólo hay una ecuación de índice
2, es decir, x=0.x=0. Hay 3 ecuaciones de índice 3, a saber,
2x=0,x+1=0,x−1=0yx2=0.2x=0,x+1=0,x−1=0yx2=0.
Estos dan raíces 0, 1, -1. Para
cada índice sólo hay un número finito de ecuaciones y tan sólo un número finito
de raíces. Realizar una correspondencia uno a uno con los números naturales es
ahora sencillo, pero ordenándolos por orden de índice y magnitud creciente
dentro de cada índice.
En el mismo artículo Cantor
muestra que los números reales no se pueden poner en correspondencia uno a uno
con los números naturales utilizando un argumento con intervalos anidados, el
cual es un argumento más complejo comparado con el que se usa en la actualidad
(que es de hecho debido a Cantor publicado en un artículo posterior de 1891).
Cantor enfatiza entonces que esto demuestra un teorema establecido por
Liouville, a saber, que hay infinitos números trascendentes (es decir, no
algebraicos) en cada intervalo.
En su siguiente artículo, en el
que Cantor tenía problemas de publicación en el Crelle's Journal,
Cantor introduce la idea de la equivalencia de conjuntos y menciona que dos
conjuntos son equivalentes o que tienen la misma potencia, si se pueden poner
en correspondencia uno a uno. Cantor tomó la palabra 'potencia' de Steiner. Él
demuestra que los números racionales poseen la más pequeña potencia infinita y
también demuestra que RnRn tiene la misma potencia que RR.
Cantor demuestra además que una cantidad numerable de copias de RR aún
tiene la misma potencia que RR. En esta etapa Cantor no utiliza la palabra
'contable', la introdujo después en un artículo de 1883.
Cantor publicó un tratado de seis
partes sobre la teoría de conjuntos de los años 1879 a 1884. Este trabajo
apareció en la revista Mathematische
Annalen y fue un acto de valentía por parte del editor de la
publicación de la obra a pesar de la creciente oposición a las ideas de Cantor.
La principal figura de la oposición era Kronecker quien era una figura muy
influyente en ese momento en el mundo de las matemáticas.
La crítica de Kronecker se basaba
en el hecho de que él sólo creía en las matemáticas constructivas. Él sólo
aceptó objetos matemáticos que podrían construirse de forma finita del conjunto
intuitivamente dado de números naturales. Cuando Lindemann demostró que ππ es
trascendental en 1882 dijo Kronecker:
¿De qué sirve tu hermosa
investigación de ππ?
¿Por qué estudiar este tipo de problemas cuando no existen los números
irracionales?
Ciertamente el arreglo de Cantor
de diferentes infinitos era imposible bajo esta forma de pensamiento.
Cantor sin embargo continuó con
su trabajo. Su quinto trabajo en la parte seis de su tratado fue publicado en
1883 y discute conjuntos bien ordenados. Los números ordinales se introducen
como los tipos de órdenes de conjuntos bien ordenados. La multiplicación y la
adición de números transfinitos también se definen en este trabajo; sin
embargo, Cantor daría una amplia exposición de la aritmética transfinita en
obra posterior. Cantor se toma gran parte de este artículo justificando su trabajo.
Afirmó, por ejemplo, que la matemática es bastante libre y cualquier concepto
se puede introducir con sujeción únicamente con la condición de que estén
libres de contradicciones y que además se definan estos conceptos en términos
de otros conceptos previamente aceptados. También cita muchos autores
anteriores que habían dado opiniones sobre el concepto de infinito, incluyendo
Aristóteles, Descartes, Berkeley, Leibniz y Bolzano.
El año 1884 fue de gran crisis
para Cantor. Él no estaba contento con su trabajo en Halle y le hubiera gustado
ir a Berlín. Sin embargo, esta medida fue bloqueada por Schwarz y Kronecker. En
1884 Cantor escribió 52 cartas a Mittag-Leffler, en cada una ellas con
declaraciones en contra de Kronecker. En este año de crisis mentales Cantor
pareció perder la confianza en su propio trabajo y se concentró en el estudio
de la filosofía, más que en las matemáticas. La crisis no duró demasiado tiempo
y para principios de 1885 Cantor se recuperó y su fe, en su propia obra, había
regresado. Sin embargo, a pesar de haber publicado una gran cantidad de
trabajos importantes en los años posteriores a 1884, su genialidad quedó
marcada en sus notables artículos publicados durante el período de 1874 hasta
1884.
Aunque no es de gran importancia
en el desarrollo de la teoría de conjuntos cabe destacar que Peano introdujo en
1889 el símbolo ∈∈ que
significa 'es un elemento de'. Su origen se deriva de la primera letra de la
palabra griega ἐστί, la cual significa 'es'.
En 1885 Cantor continuó extendiendo
su teoría de los números cardinales y de tipos de órdenes. Extendió su teoría
de tipos de órdenes para que sus números ordinales definidos previamente se
convirtieran en un caso especial. En 1895 y 1897 Cantor publicó su doble
tratado final sobre la teoría de conjuntos, el cual contiene una introducción
que bien parece un libro moderno de la teoría de conjuntos y define el concepto
de conjunto, subconjunto, etc. Cantor demuestra que si AA y BB son
conjuntos con AA equivalente a un subconjunto de BB y BB equivalente
a un subconjunto de AA, entonces AA y BB son
equivalentes. Este teorema también fue probado por Felix Bernstein y, también,
de forma independiente por E. Schröder.
Las fechas de 1895 y 1897 son
importantes para la teoría de conjuntos en dos sentidos. En 1897 la primera
paradoja en teoría de conjuntos apareció y fue publicado por Cesare
Burali-Forti. Algunos de los efectos de esta paradoja se perdieron ya que
Burali-Forti consideró la definición de un conjunto bien ordenado de forma
errónea. Sin embargo, incluso cuando la definición se corrigió, la paradoja se
mantuvo. Básicamente esta paradoja gira alrededor del conjunto de todos los
números ordinales. El número ordinal del conjunto de todos los ordinales debe
ser un ordinal y esto lleva a una contradicción. Se cree que el mismo Cantor
descubrió esta paradoja en 1885 y escribió a Hilbert al respecto en 1886, lo
cual resulta inesperado pues Cantor fue muy crítico con el artículo de
Burali-Forti cuando se publicó. El año 1897 fue también de gran importancia
para Cantor, ya que en ese año se celebró el primer Congreso
Internacional de Matemáticos en Zurich y en este se reconoció el
trabajo de Cantor, considerado de gran calidad y además fue elogiado por muchos
otros matemáticos incluyendo Hurwitz y Hadamard.
En 1899 Cantor descubrió otra
paradoja que surge del conjunto de todos los conjuntos. ¿Cuál es el número
cardinal del conjunto de todos los conjuntos? Es evidente que debe ser el mayor
cardinal posible pero el cardinal del conjunto de todos los subconjuntos de un
conjunto siempre tiene un cardinal mayor que el propio conjunto. De esta
manera, parecía que la crítica de Kronecker podría haber sido correcta, ya que
la extensión del concepto de conjunto más allá de lo finito parecía producir paradojas.
La 'última' paradoja fue encontrada por Russell en 1902 (también descubierta
por Zermelo de forma independiente). Definamos un conjunto
A={X|Xno es un miembro deX}.A={X|Xno
es un miembro deX}.
Russell entonces se preguntó:
¿Es AA un elemento de AA? Tanto el supuesto de que AA es
un miembro de AA y que AA no es un miembro de AA conllevan
a una contradicción. La propia construcción del conjunto parece dar una
paradoja.
Russell escribió a Frege acerca
de esta paradoja, quien estaba por terminar su principal tratado sobre los
fundamentos de la aritmética. Frege añadió un análisis de esta paradoja a su
tratado.
Un científico difícilmente puede
encontrarse con algo más indeseable que ver sucumbir los cimientos de su teoría
justo cuando su trabajo está terminado. En esta posición estuve debido a una
carta del Sr. Bertrand Russell cuando mi trabajo estaba casi por publicarse.
En esta etapa, sin embargo, la
teoría de conjuntos estaba empezando a tener un impacto importante en otras
áreas de las matemáticas. Lebesgue definió 'medida' en 1901 y en 1902 definió
la integral desde otro punto de vista (actualmente conocida como integral de
Lebesgue) usando conceptos de la teoría de conjuntos. El Análisis necesitaba la
teoría de conjuntos de Cantor, el cual no podía permitirse el lujo de limitarse
a las matemáticas intuicionistas en el espíritu de Kronecker. En lugar de
descartar la teoría de conjuntos, debido a las paradojas, se buscaron maneras
de mantener las características principales de la teoría de conjuntos para
eliminar las paradojas.
¿Las paradojas provienen del
Axioma de Elección? Cantor había utilizado el Axioma de Elección sin considerar
que era necesario darle un tratamiento especial. La primera persona que utilizó
de manera explícita este axioma parece haber sido Peano en 1890 al realizar una
demostración de la existencia de soluciones de un sistema de ecuaciones diferenciales.
De nuevo en 1902 fue mencionado por Beppo Levi, pero el primero en introducir
formalmente el axioma fue Zermelo cuando demostró, en 1904, que cada conjunto
puede ser bien ordenado. Cantor había conjeturado este teorema. Émile Borel
señaló que el axioma de elección es de hecho equivalente al teorema de Zermelo.
Gödel demostró, en 1940, que el
axioma de elección no se puede demostrar con los otros axiomas de la teoría de
conjuntos. No fue sino hasta 1963 que Paul Cohen demostró que el Axioma de
Elección es independiente de los otros axiomas de la teoría de conjuntos.
La paradoja de Russell hizo
sucumbir la estructura las matemáticas, en palabras de Frege. Russell, tratando
de reparar el daño, hizo un intento de establecer las matemáticas sobre una base
lógica en su principal obra Principia Mathematica, escrita con
Whitehead. Este trabajo trata de reducir los fundamentos de las matemáticas a
la lógica y fue un trabajo muy influyente. Sin embargo, el método para evitar
las paradojas mediante la introducción de una 'teoría de tipos' hizo imposible
decir que una clase es o no miembro de sí misma. No parecía una forma muy
satisfactoria para resolver los problemas y otros matemáticos buscaron
diferentes maneras.
Zermelo en 1908 fue el primero en
intentar una axiomatización de la teoría de conjuntos. Muchos otros matemáticos
intentaron axiomatizar teoría de conjuntos. Fraenkel, von Neumann, Bernays y
Gödel son todas las figuras importantes en este desarrollo. Gödel demostró que
existen limitaciones en cualquier teoría axiomática y por lo tanto los intentos
realizados por muchos matemáticos como Frege y Hilbert nunca podrían
alcanzarse.
Bibliografía
Tomado
de: https://bestiariotopologico.blogspot.com/2015/03/una-historia-de-la-teoria-de-conjuntos.html